
Fuente: Rumbo Minero
El gigante minero Barrick Gold Corp., uno de los mayores productores de oro a nivel mundial, está aprovechando el reciente repunte histórico de los precios del metal precioso para acelerar su estrategia de venta de activos. Esta movida le permitirá recaudar efectivo y enfocar sus esfuerzos en la expansión de su negocio de cobre y en la operación de sus minas de «Nivel 1», aquellas de gran escala que generan la mayor parte de sus ingresos.
La compañía anunció el martes la venta de su participación del 50% en el proyecto aurífero Donlin Gold, ubicado en Alaska, por la suma de 1.000 millones de dólares. Los compradores son el reconocido multimillonario John Paulson y su socio en el proyecto, Novagold Resources. Esta transacción superó significativamente la valoración de 600 millones de dólares que el Banco Toronto-Dominion había asignado a la inversión de Barrick en Donlin Gold.
Además de esta venta concretada, Barrick ha indicado que tiene en la mira otros acuerdos para desprenderse de minas en África y Norteamérica. Esta estrategia de desinversión en activos más pequeños y antiguos durante periodos de precios altos del oro ha demostrado ser eficaz para otras mineras, como Newmont, que recaudó 4.300 millones de dólares por ventas de activos a principios de este año, superando sus expectativas iniciales.
La venta de estos activos permite a Barrick liberar capital para invertir en proyectos de desarrollo más ambiciosos, especialmente en el sector del cobre. La compañía está avanzando en proyectos de gran envergadura en África y Asia, incluyendo un proyecto cuprífero de 6.000 millones de dólares en Pakistán y la expansión de una mina en Zambia que podría convertirla en una de las más grandes a nivel global.
Las minas que Barrick busca vender, como Tongon en Costa de Marfil y Hemlo en Canadá, representan una porción cada vez menor de su producción total, sumando menos del 10% en conjunto. Analistas del sector señalan que la complejidad operativa de una mina de menor producción puede ser similar a la de una de mayor escala, por lo que Barrick busca concentrarse en yacimientos de clase mundial con potencial para décadas de producción.
Esta iniciativa de desinversión se produce en un momento de transición para Barrick, que ha dado señales de un cambio estratégico hacia el cobre, incluso considerando un posible cambio de nombre a Barrick Mining. El CEO de la compañía, Mark Bristow, ha expresado durante años su interés en expandirse en el mercado del cobre.
La experiencia de Newmont sugiere que encontrar compradores en un mercado alcista del oro no debería ser un obstáculo para Barrick. La primera señal de este interés se materializó con el acuerdo de venta de su participación en el proyecto Donlin de Alaska a John Paulson y Novagold Resources. Paulson comentó que la oportunidad surgió en un momento oportuno para su estrategia de aumentar su exposición al oro, mientras Barrick prioriza sus proyectos de cobre a nivel mundial.