
Fuente: Servindi.
La tensión continúa en Lambayeque mientras las comunidades indígenas del distrito de San Juan de Cañaris intensifican su oposición al proyecto minero «Cañariaco», impulsado por la empresa Alta Copper. A mediados de febrero, las calles de Chiclayo fueron escenario de una masiva marcha, evidenciando el creciente rechazo al proyecto y la determinación de las comunidades por defender sus derechos y su territorio.
El conflicto se agudiza tras el anuncio de Alta Copper Corp. en octubre de 2024, sobre la obtención de permisos de perforación por parte del Ministerio de Energía y Minas (Minem) y los Certificados de Inexistencia de Restos Arqueológicos en Superficie (CIRA) del Ministerio de Cultura. Estos permisos allanaron el camino para la fase de exploración, prevista para el segundo trimestre de 2025.
Sin embargo, la comunidad de Cañaris denuncia la falta de un proceso de consulta previa, un derecho fundamental de los pueblos indígenas reconocido por la legislación peruana y los convenios internacionales. «No se ha hecho la consulta comunal, quieren vulnerar nuestros derechos. Nosotros estamos en contra de eso. Que nos respeten como comunidades indígenas y campesinas», afirmó Anita Barrios, presidenta de la ronda femenina del caserío Alizal.
Apoyo y Alianzas:
La protesta en Chiclayo contó con el respaldo del Frente de Defensa de Ferreñafe, la Comunidad Santa Catalina Muchick de Chongoyape, la Comunidad Campesina San Francisco de Asís de Salas y otras organizaciones sociales de base, fortaleciendo la voz de Cañaris y ampliando el alcance de su lucha.
Críticas al Gobernador Regional:
La manifestación también dirigió sus críticas al gobernador regional, Jorge Pérez, a quien acusan de incumplir su promesa electoral de oponerse a proyectos mineros en la región. «Venimos a reclamar a nuestra autoridad que nos defienda. Así como en su tiempo de campaña nos decía: hermanos apóyennos, la mina no va, agua sí. ¿Dónde está su promesa?», expresó un rondero durante la protesta.
Acciones Legales en Consideración:
Ante la falta de respuesta y el avance del proyecto, la comunidad de Cañaris evalúa recurrir a vías judiciales para detener el proyecto, al considerarlo una amenaza para sus recursos hídricos, su agricultura y su modo de vida ancestral.
Contexto y Antecedentes:
Oposición Histórica:
La oposición al proyecto «Cañariaco» no es nueva. Desde 2012, la comunidad de San Juan de Cañaris ha expresado su rechazo a esta inversión, incluso mediante una consulta popular en la que la mayoría de los votantes se pronunció en contra.
Preocupaciones Ambientales:
Las comunidades temen que el proyecto minero contamine sus fuentes de agua y afecte sus tierras de cultivo, poniendo en peligro su seguridad alimentaria y su subsistencia.
Derechos Indígenas:
El conflicto pone de relieve la importancia del derecho a la consulta previa, libre e informada de los pueblos indígenas, así como la necesidad de garantizar el respeto a sus derechos territoriales y culturales.
Tension Social:
Este tipo de conflictos, son recurrentes en el Perú, donde las comunidades campesinas e indigenas, defienden sus territorios ancestrales, contra las grandes empresas mineras.
Próximos Pasos:
La comunidad de Cañaris ha advertido que continuará movilizándose y explorando todas las vías legales para proteger su territorio y sus derechos. La tensión en la región se mantiene, y el futuro del proyecto «Cañariaco» sigue siendo incierto