Precio del cobre: Citi anticipa caída más lenta hasta el segundo trimestre de 2025

Fuente: Rumbo Minero

El banco de inversión Citi ha revisado su pronóstico para los precios del cobre, anticipando ahora una disminución más gradual de lo esperado inicialmente hasta el segundo trimestre de 2025. Esta nueva perspectiva se fundamenta en una serie de factores recientes, incluyendo la relajación de algunos aranceles por parte de Donald Trump, la actividad de compra por parte de China ante las recientes caídas de precios, y una persistente escasez en la oferta de chatarra debido a la acumulación de inventarios en Estados Unidos.

En una nota emitida el martes, Citi señaló que «todo apunta a una caída más gradual del precio del cobre hasta el segundo trimestre de 2025, frente a la liquidación más profunda y rápida que anticipamos anteriormente, con los fondos todavía posicionados al alza». Esta revisión al alza se refleja en el nuevo pronóstico del banco para el precio del cobre a tres meses, que ha sido elevado a 8.800 dólares por tonelada. Esta cifra contrasta con la anterior previsión de Citi del 7 de abril, que situaba el precio en 8.000 dólares por tonelada tras los anuncios de nuevos aranceles por parte de Trump.

Además de elevar su pronóstico a corto plazo, Citi también ha estimado un precio medio del cobre de 9.000 dólares por tonelada para el segundo trimestre de 2025. Esta perspectiva sugiere una mayor resistencia del metal rojo en los próximos meses de lo que se preveía anteriormente.

A pesar de esta moderación en su perspectiva bajista a corto plazo, Citi mantiene una visión cautelosa para el periodo de tres a seis meses. El banco argumenta que una desaceleración en el consumo físico de cobre y en la actividad manufacturera, impulsada en parte por los aranceles impuestos por Estados Unidos – especialmente el significativo gravamen del 145% sobre las importaciones chinas – seguirá ejerciendo presión a la baja sobre los precios del metal.

La relajación de algunos aranceles mencionada por Citi podría referirse a ajustes o posibles reconsideraciones de las políticas comerciales implementadas durante la administración Trump. Esta acción habría contribuido a aliviar algunas de las preocupaciones sobre la demanda global y, por ende, sobre los precios de las materias primas como el cobre.

La intervención de China en el mercado, comprando cobre durante las recientes caídas de precios, también ha jugado un papel crucial en la estabilización del mercado. Como principal consumidor mundial de cobre, la actividad de compra china tiene un impacto significativo en la dinámica de la oferta y la demanda global.

Finalmente, la escasez de oferta de chatarra, exacerbada por la acumulación de existencias en Estados Unidos, ha limitado la disponibilidad de fuentes secundarias de cobre, lo que a su vez ha proporcionado cierto soporte a los precios del metal primario.

En cuanto a otros metales básicos, Citi también ha revisado al alza su pronóstico para el precio del aluminio. El banco ahora espera un precio promedio de 2.400 dólares por tonelada para el segundo trimestre, elevando su previsión anterior de 2.200 dólares a 2.300 dólares por tonelada para el mismo periodo.

En resumen, la nueva perspectiva de Citi sugiere una trayectoria de precios del cobre menos pronunciada a la baja en el corto plazo, impulsada por factores como la flexibilización arancelaria, la demanda china y la limitada oferta de chatarra. Sin embargo, el banco mantiene una postura cautelosa a mediano plazo, anticipando que la desaceleración económica y los aranceles estadounidenses seguirán siendo factores clave que podrían presionar los precios del cobre a la baja durante la segunda mitad de 2025.

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    Perú diversifica su canasta minera: Más de 30 minerales no metálicos impulsan la industria y la construcción

    Fuente: Rumbo Minero

    Si bien el Perú es reconocido mundialmente por su vasta producción de metales preciosos y básicos, el país también alberga una robusta y diversificada industria de minería no metálica, con una extracción que supera los 30 tipos de minerales. Estos recursos, fundamentales para sectores clave como la construcción y la manufactura, se explotan principalmente a través de métodos a tajo abierto.

    Entre la amplia gama de minerales no metálicos que se extraen en el territorio peruano destacan la caliza, los fosfatos, el hormigón, la piedra, la calcita, la arena, la sal, la arcilla y la puzolana, entre otros. La explotación de estos recursos sigue un proceso que generalmente comienza con la remoción de la capa superficial, seguida de perforaciones y voladuras para acceder a la cantera, y culmina con el traslado del material útil a las áreas de almacenamiento y procesamiento.

    Una vez acumulado el mineral en el yacimiento, se transporta mediante volquetes o fajas hacia la planta de beneficio primario, donde se llevan a cabo procesos de chancado y secado. Es importante resaltar que la minería no metálica se diferencia de la metálica en que generalmente solo requiere esta etapa primaria, a diferencia de la minería de metales que incluye procesos adicionales como la molienda, la flotación o la lixiviación. Tras la etapa primaria, los minerales no metálicos se destinan a diversos procesos industriales, como la fabricación de cemento, aunque algunos productos como el mármol pueden utilizarse sin necesidad de procesamiento adicional.

    El valor económico de los minerales no metálicos radica en sus múltiples aplicaciones industriales, gracias a sus propiedades intrínsecas como la durabilidad, la resistencia a la compresión, la no reactividad química, la composición uniforme y su capacidad como aislantes térmicos. Estos atributos los convierten en insumos esenciales para una amplia gama de rubros, incluyendo:

    • Materiales de construcción: Arenisca, sillar, piedra y cascajo.
    • Producción de ladrillos: Diversas arcillas.
    • Agregados calcáreos: Caliza, yeso y puzolana.
    • Rocas ornamentales: Mármol, travertinos, granitos y ónix.
    • Minerales industriales: Sílice, diatomita, bentonita, zeolitas, caolín, boratos, feldespatos, abrasivos y granate.

    En cuanto a la producción acumulada durante el año 2024, se observaron incrementos significativos en la extracción de fosfatos (+12.4%), hormigón (+5.7%), arena gruesa/fina (+22.0%), calcita (+57.4%), puzolana (+13.5%) y sal (+4.3%).

    A pesar de una contracción del 28.3% en comparación con el año anterior, la caliza/dolomita, principal insumo para la producción de cemento, lideró la extracción con un volumen de 27,434,337 toneladas métricas (TM).

    A nivel de empresas, Minera Chinalco Perú se posicionó como el principal productor de minerales no metálicos con una participación del 43.6%, seguido por Unacem Perú (33.2%) y Yura (9.5%). Pacasmayo (6.3%) y Caliza Andina (1.4%) también figuran entre los principales actores del sector.

    Geográficamente, la región de Junín destacó como el principal centro de extracción de minerales no metálicos, representando el 57% del volumen nacional. Lima se ubicó en segundo lugar con el 23.5%, mientras que Arequipa ocupó la tercera posición con una participación del 9.9%.

    Este panorama subraya la importancia de la minería no metálica como un pilar fundamental para el desarrollo de la infraestructura y la industria en el Perú, con una producción diversificada y una distribución geográfica clave a lo largo del territorio nacional.

    JP Morgan pronostica un oro por encima de los $4,000 la onza para 2026

    Fuente: Energiminas

    Nueva York, EE.UU. – El banco de inversión JP Morgan ha emitido una contundente predicción sobre la trayectoria del precio del oro, anticipando que el metal precioso superará la barrera de los 4,000 dólares por onza durante el segundo trimestre de 2026. Este pronóstico alcista se fundamenta en una confluencia de factores macroeconómicos y geopolíticos que, según la entidad financiera, mantendrán una sólida demanda tanto por parte de inversores como de bancos centrales.

    El análisis de JP Morgan señala que la persistente incertidumbre económica, marcada por un aumento de los riesgos de recesión a nivel global, actuará como un catalizador para la inversión en activos refugio como el oro. A este factor se suma la expectativa de un incremento en los aranceles impuestos por Estados Unidos, una medida que podría generar volatilidad en los mercados financieros y fortalecer el atractivo del oro como valor seguro.

    Asimismo, el banco de inversión destaca las continuas tensiones derivadas de la guerra comercial entre Estados Unidos y China como un elemento de inestabilidad geopolítica que impulsará la demanda del metal amarillo. Estas fricciones comerciales, con sus potenciales implicaciones para el crecimiento económico global, tradicionalmente favorecen la inversión en activos considerados menos riesgosos.

    En su proyección a corto plazo, JP Morgan anticipa un precio promedio del oro de 3,675 dólares por onza para el cuarto trimestre de 2025. No obstante, el banco no descarta la posibilidad de que la marca de los 4,000 dólares se alcance incluso antes si la demanda supera las expectativas actuales.

    Este año, el oro al contado ha experimentado un notable incremento, con una subida acumulada del 29%, alcanzando por primera vez los 3,500 dólares por onza el pasado 22 de abril. Este rendimiento robusto ya refleja la creciente apetito por el metal precioso en el contexto actual.

    Según el análisis de JP Morgan, la sólida demanda sostenida se evidencia en un promedio de 710 toneladas netas trimestrales de compras de oro por parte de inversores y bancos centrales durante el presente año. Esta tendencia de acumulación por parte de actores clave del mercado respalda la visión de un precio del oro en ascenso.

    Sin embargo, el banco también advierte sobre un escenario bajista que podría materializarse si la demanda de los bancos centrales experimenta una disminución inesperada. Adicionalmente, una mayor resiliencia de la economía estadounidense frente a los aranceles podría llevar a una Reserva Federal más agresiva en su lucha contra los riesgos de inflación, lo que podría ejercer presión a la baja sobre el precio del oro.

    Es importante destacar que JP Morgan no es la única entidad financiera con una perspectiva alcista para el oro. Recientemente, Goldman Sachs ajustó al alza su pronóstico para finales de 2025, elevándolo de 3,300 a 3,700 dólares por onza, e incluso contemplando escenarios donde los precios podrían acercarse a los 4,500 dólares por onza para finales del próximo año.

    En conclusión, el pronóstico de JP Morgan subraya la creciente convicción en el mercado sobre el potencial del oro como activo refugio en un entorno global marcado por la incertidumbre económica y las tensiones geopolíticas. Los inversores y las empresas deberán seguir de cerca la evolución de estos factores para anticipar los movimientos del precio del metal precioso en los próximos trimestres.

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