
Fuente: SNMPE
El proyecto minero El Algarrobo se ha convertido en el primer emprendimiento de su tipo en el Perú en priorizar el abastecimiento de agua para la comunidad local, según destacó el viceministro de Minas del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Henry Luna. Este innovador enfoque no solo busca garantizar el acceso a un recurso hídrico de calidad, sino que también impulsará las actividades productivas de la comunidad campesina San Juan Bautista de Locuto, ubicada en el distrito piurano de Tambogrande.
Durante una reciente jornada informativa dirigida a la población de Locuto, se dieron a conocer los detalles de la adjudicación del proyecto hídrico minero El Algarrobo, cuyo plan central contempla la construcción de una moderna planta de tratamiento de agua. Este anuncio fue recibido con gran expectativa por los habitantes de la zona, quienes durante años han manifestado la necesidad de contar con un suministro de agua potable confiable.
El viceministro Luna, en declaraciones a la radio La Mejor de Tambogrande, resaltó la visión integral del proyecto El Algarrobo. “Este proyecto está abordando de manera simultánea los aspectos sociales y ambientales, fomentando una relación positiva y de colaboración entre la comunidad campesina San Juan Bautista de Locuto y la empresa Buenaventura”, explicó el viceministro. “Los primeros tres años de este acuerdo se traducirán en un proyecto de infraestructura hidráulica que contribuirá de manera significativa al abastecimiento de agua de calidad en esta zona”.
Luna enfatizó la larga espera de la comunidad de Locuto por una solución a su problemática de acceso al agua. “Durante muchos años, la población de Locuto ha solicitado, sin éxito, el abastecimiento de agua de calidad a las autoridades locales. Por lo tanto, el proyecto hídrico El Algarrobo representa una oportunidad trascendental para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y potenciar sus actividades productivas”, subrayó el viceministro.
La primera etapa del proyecto El Algarrobo establece un contrato con un plazo de tres años, durante los cuales la empresa minera Buenaventura tendrá la responsabilidad de negociar directamente con la comunidad en el desarrollo y la ejecución del proyecto hídrico. Este acuerdo incluye un compromiso de inversión de cinco millones de dólares, destinados específicamente a la construcción de la infraestructura necesaria para el tratamiento y distribución del agua.
“Esta es una oportunidad histórica para una población que ha esperado durante muchos años el abastecimiento y el mejoramiento de su acceso al agua”, puntualizó Henry Luna, transmitiendo un mensaje de esperanza y progreso para la comunidad de San Juan Bautista de Locuto. La iniciativa El Algarrobo se presenta como un modelo a seguir en la industria minera peruana, demostrando que es posible llevar a cabo proyectos extractivos priorizando las necesidades básicas de las comunidades locales y fomentando un desarrollo sostenible y mutuamente beneficioso. La colaboración entre la empresa privada y la comunidad, con la facilitación del Estado a través del Minem, marca un precedente importante para futuros proyectos mineros en el país.