Fuente: IIMP.

Lima, 05 de febrero de 2025 – El proyecto minero El Algarrobo, adjudicado a la compañía Buenaventura en diciembre de 2024, se prepara para un desarrollo que tomará aproximadamente 11 años antes de iniciar operaciones. Así lo informó Rogger Incio, director de Proyectos de Proinversión, en el programa Diálogos Mineros del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).

Etapas Clave y Cronograma:

El proyecto se divide en varias etapas cruciales:

1.     Fase Inicial (3 años): Se enfoca en la consolidación del acuerdo social con la comunidad local y el desarrollo de un proyecto hídrico en Locuto. Este proyecto hídrico beneficiará a unos 14 mil habitantes y 1.400 comuneros propietarios de las tierras.

2.     Estudios Exploratorios (5 años): Una vez logrado el acuerdo social, se realizarán estudios exploratorios exhaustivos para determinar la factibilidad del proyecto.

3.     Construcción (3 años): Si el estudio de factibilidad es positivo, se transferirán las concesiones mineras a la empresa constructora y se iniciará la construcción de la mina.

4.     Operación: Tras la construcción, se dará inicio a la etapa operativa, donde se espera que El Algarrobo produzca 15.000 toneladas diarias de cobre, plata y zinc, representando una inversión de US$ 2.753 millones.

Desafíos y Expectativas:

Incio destacó la importancia de este proyecto para la región Piura y los desafíos que implica su ejecución, recordando intentos fallidos anteriores. Sin embargo, enfatizó que si todas las partes involucradas trabajan en conjunto y se mantienen dentro del marco legal, el proyecto saldrá adelante y se convertirá en un ejemplo de inversión responsable en el sector.

Impacto Socioeconómico:

El Algarrobo no solo representa una inversión significativa, sino también una oportunidad para el desarrollo económico y social de la región. El proyecto hídrico inicial aborda necesidades básicas de la comunidad, mientras que la fase operativa generará empleo y oportunidades de crecimiento.

Conclusión:

El proyecto minero El Algarrobo se presenta como un proyecto ambicioso con un horizonte a largo plazo. Su éxito dependerá de la colaboración entre la empresa, la comunidad y el gobierno, así como del cumplimiento de los estándares ambientales y sociales.