El Gobierno simplifica trámites para impulsar el sector y proteger el medio ambiente

Fuente: Gestión

En un anuncio trascendental que busca dinamizar el sector de la pequeña minería y la minería artesanal (MAPE) en el Perú, al mismo tiempo que se fortalecen las medidas de protección ambiental, el Gobierno ha dado un paso firme hacia la simplificación de los engorrosos requisitos de formalización. La noticia, que ha sido recibida con una mezcla de optimismo y cautela por los diversos actores involucrados, surge en un contexto donde la necesidad de integrar a la MAPE a la economía formal se ha vuelto cada vez más apremiante, tanto por razones económicas como ambientales y sociales.

El reconocido experto en temas mineros y legales, el abogado Elías Castro Vargas, fue quien inicialmente puso de relieve esta importante iniciativa gubernamental. En declaraciones recientes, Castro Vargas destacó que la formalización en el sector minero ha sido históricamente un proceso complejo y burocrático, lo que ha generado que un porcentaje significativo de la actividad minera, estimada en alrededor del 42%, opere en la informalidad. Esta situación no solo representa una pérdida significativa de ingresos fiscales para el Estado, sino que también conlleva graves riesgos ambientales y sociales, al margen de las regulaciones y los estándares establecidos.

La reciente modificación del Reglamento de la Ley Marco para el Fortalecimiento de la Pequeña Minería y la Minería Artesanal (MAPE), establecida mediante el Decreto Supremo 013-2024-EM, representa un esfuerzo concreto del Gobierno por revertir esta tendencia. A dos meses de su promulgación, los alcances de esta modificación comienzan a generar un debate constructivo entre los diversos actores del sector, incluyendo las organizaciones de mineros artesanales, las empresas mineras de mayor envergadura, las entidades gubernamentales y las organizaciones de la sociedad civil.

Uno de los puntos centrales de esta reforma radica en la flexibilización de los requisitos ambientales para la formalización de la MAPE. El abogado Castro Vargas explicó que las anteriores exigencias ambientales, interpretadas de manera rigurosa, se habían convertido en una barrera casi insuperable para muchos pequeños mineros y mineros artesanales, quienes carecen de los recursos técnicos y financieros para cumplir con estudios ambientales complejos y costosos. La nueva normativa busca establecer requisitos más proporcionales a la escala de las operaciones de la MAPE, sin menoscabar la protección del medio ambiente.

En este sentido, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) ha reiterado su compromiso de impulsar la formalización, argumentando que un sector formalizado está en mejores condiciones de adoptar prácticas responsables y de cumplir con la normativa ambiental vigente. El titular del Minem ha señalado en diversas oportunidades que la simplificación de los trámites no implica una relajación de los estándares ambientales, sino una adecuación de los requisitos a la realidad operativa y a las capacidades de la MAPE.

La Mesa de Trabajo para la Formalización Minera, un espacio de diálogo y concertación donde participan diversos actores del sector, ha tenido un papel fundamental en la elaboración de esta nueva normativa. El abogado Castro Vargas, quien también participa en esta mesa, destacó la importancia del consenso alcanzado entre los diferentes representantes para lograr una propuesta que, si bien busca simplificar los trámites, mantiene un enfoque en la sostenibilidad ambiental y la responsabilidad social.

No obstante, la implementación efectiva de esta nueva normativa no está exenta de desafíos. El abogado Castro Vargas advirtió que será crucial una adecuada difusión de los nuevos requisitos entre los mineros artesanales, así como el fortalecimiento de las capacidades de las entidades gubernamentales encargadas de la fiscalización y el acompañamiento técnico. Sin una implementación eficiente y transparente, el objetivo de lograr una formalización masiva y sostenible podría verse comprometido.

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    Perú diversifica su canasta minera: Más de 30 minerales no metálicos impulsan la industria y la construcción

    Fuente: Rumbo Minero

    Si bien el Perú es reconocido mundialmente por su vasta producción de metales preciosos y básicos, el país también alberga una robusta y diversificada industria de minería no metálica, con una extracción que supera los 30 tipos de minerales. Estos recursos, fundamentales para sectores clave como la construcción y la manufactura, se explotan principalmente a través de métodos a tajo abierto.

    Entre la amplia gama de minerales no metálicos que se extraen en el territorio peruano destacan la caliza, los fosfatos, el hormigón, la piedra, la calcita, la arena, la sal, la arcilla y la puzolana, entre otros. La explotación de estos recursos sigue un proceso que generalmente comienza con la remoción de la capa superficial, seguida de perforaciones y voladuras para acceder a la cantera, y culmina con el traslado del material útil a las áreas de almacenamiento y procesamiento.

    Una vez acumulado el mineral en el yacimiento, se transporta mediante volquetes o fajas hacia la planta de beneficio primario, donde se llevan a cabo procesos de chancado y secado. Es importante resaltar que la minería no metálica se diferencia de la metálica en que generalmente solo requiere esta etapa primaria, a diferencia de la minería de metales que incluye procesos adicionales como la molienda, la flotación o la lixiviación. Tras la etapa primaria, los minerales no metálicos se destinan a diversos procesos industriales, como la fabricación de cemento, aunque algunos productos como el mármol pueden utilizarse sin necesidad de procesamiento adicional.

    El valor económico de los minerales no metálicos radica en sus múltiples aplicaciones industriales, gracias a sus propiedades intrínsecas como la durabilidad, la resistencia a la compresión, la no reactividad química, la composición uniforme y su capacidad como aislantes térmicos. Estos atributos los convierten en insumos esenciales para una amplia gama de rubros, incluyendo:

    • Materiales de construcción: Arenisca, sillar, piedra y cascajo.
    • Producción de ladrillos: Diversas arcillas.
    • Agregados calcáreos: Caliza, yeso y puzolana.
    • Rocas ornamentales: Mármol, travertinos, granitos y ónix.
    • Minerales industriales: Sílice, diatomita, bentonita, zeolitas, caolín, boratos, feldespatos, abrasivos y granate.

    En cuanto a la producción acumulada durante el año 2024, se observaron incrementos significativos en la extracción de fosfatos (+12.4%), hormigón (+5.7%), arena gruesa/fina (+22.0%), calcita (+57.4%), puzolana (+13.5%) y sal (+4.3%).

    A pesar de una contracción del 28.3% en comparación con el año anterior, la caliza/dolomita, principal insumo para la producción de cemento, lideró la extracción con un volumen de 27,434,337 toneladas métricas (TM).

    A nivel de empresas, Minera Chinalco Perú se posicionó como el principal productor de minerales no metálicos con una participación del 43.6%, seguido por Unacem Perú (33.2%) y Yura (9.5%). Pacasmayo (6.3%) y Caliza Andina (1.4%) también figuran entre los principales actores del sector.

    Geográficamente, la región de Junín destacó como el principal centro de extracción de minerales no metálicos, representando el 57% del volumen nacional. Lima se ubicó en segundo lugar con el 23.5%, mientras que Arequipa ocupó la tercera posición con una participación del 9.9%.

    Este panorama subraya la importancia de la minería no metálica como un pilar fundamental para el desarrollo de la infraestructura y la industria en el Perú, con una producción diversificada y una distribución geográfica clave a lo largo del territorio nacional.

    Excellon Resources busca financiamiento para reactivar la mina Mallay en Oyón

    Fuente: Energiminas

    La minera canadiense Excellon Resources Inc. (TSX: EXN) ha anunciado una ampliación de su colocación privada, incrementando el monto inicial de 5 millones de dólares canadienses (aproximadamente US$ 3.65 millones) hasta alcanzar los 6.5 millones de dólares canadienses (aproximadamente US$ 4.75 millones). El objetivo principal de esta inyección de capital es impulsar el desarrollo de su mina polimetálica Mallay, ubicada en Oyón, región de Lima, un yacimiento que históricamente produjo plata, zinc y plomo hasta el año 2018 y que anteriormente perteneció a Buenaventura.

    En concreto, la oferta ampliada comprende la venta de hasta 61.9 millones de unidades a un precio de 0.105 dólares canadienses (aproximadamente US$ 0.077) por unidad. Cada unidad incluirá una acción común de la empresa y la mitad de un warrant (derecho) para adquirir acciones comunes adicionales.

    Según la información proporcionada por la compañía, los ingresos netos obtenidos a través de esta colocación privada se destinarán íntegramente a financiar las operaciones de la mina Mallay, incluyendo capital de trabajo y propósitos corporativos generales relacionados con la reactivación del proyecto.

    La decisión de Excellon Resources de buscar financiamiento para Mallay subraya su interés en revivir un yacimiento con un historial de producción de metales base y preciosos. La ubicación estratégica de la mina en la prolífica región minera de Oyón, sumado al conocimiento geológico preexistente, podría representar una oportunidad significativa para la compañía canadiense en el mediano y largo plazo. La reactivación de Mallay no solo podría generar ingresos para Excellon Resources, sino también contribuir a la actividad económica y la creación de empleo en la zona de Oyón.

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