
Fuente: Rumbo Minero
Si bien el Perú es reconocido mundialmente por su vasta producción de metales preciosos y básicos, el país también alberga una robusta y diversificada industria de minería no metálica, con una extracción que supera los 30 tipos de minerales. Estos recursos, fundamentales para sectores clave como la construcción y la manufactura, se explotan principalmente a través de métodos a tajo abierto.
Entre la amplia gama de minerales no metálicos que se extraen en el territorio peruano destacan la caliza, los fosfatos, el hormigón, la piedra, la calcita, la arena, la sal, la arcilla y la puzolana, entre otros. La explotación de estos recursos sigue un proceso que generalmente comienza con la remoción de la capa superficial, seguida de perforaciones y voladuras para acceder a la cantera, y culmina con el traslado del material útil a las áreas de almacenamiento y procesamiento.
Una vez acumulado el mineral en el yacimiento, se transporta mediante volquetes o fajas hacia la planta de beneficio primario, donde se llevan a cabo procesos de chancado y secado. Es importante resaltar que la minería no metálica se diferencia de la metálica en que generalmente solo requiere esta etapa primaria, a diferencia de la minería de metales que incluye procesos adicionales como la molienda, la flotación o la lixiviación. Tras la etapa primaria, los minerales no metálicos se destinan a diversos procesos industriales, como la fabricación de cemento, aunque algunos productos como el mármol pueden utilizarse sin necesidad de procesamiento adicional.
El valor económico de los minerales no metálicos radica en sus múltiples aplicaciones industriales, gracias a sus propiedades intrínsecas como la durabilidad, la resistencia a la compresión, la no reactividad química, la composición uniforme y su capacidad como aislantes térmicos. Estos atributos los convierten en insumos esenciales para una amplia gama de rubros, incluyendo:
- Materiales de construcción: Arenisca, sillar, piedra y cascajo.
- Producción de ladrillos: Diversas arcillas.
- Agregados calcáreos: Caliza, yeso y puzolana.
- Rocas ornamentales: Mármol, travertinos, granitos y ónix.
- Minerales industriales: Sílice, diatomita, bentonita, zeolitas, caolín, boratos, feldespatos, abrasivos y granate.
En cuanto a la producción acumulada durante el año 2024, se observaron incrementos significativos en la extracción de fosfatos (+12.4%), hormigón (+5.7%), arena gruesa/fina (+22.0%), calcita (+57.4%), puzolana (+13.5%) y sal (+4.3%).
A pesar de una contracción del 28.3% en comparación con el año anterior, la caliza/dolomita, principal insumo para la producción de cemento, lideró la extracción con un volumen de 27,434,337 toneladas métricas (TM).
A nivel de empresas, Minera Chinalco Perú se posicionó como el principal productor de minerales no metálicos con una participación del 43.6%, seguido por Unacem Perú (33.2%) y Yura (9.5%). Pacasmayo (6.3%) y Caliza Andina (1.4%) también figuran entre los principales actores del sector.
Geográficamente, la región de Junín destacó como el principal centro de extracción de minerales no metálicos, representando el 57% del volumen nacional. Lima se ubicó en segundo lugar con el 23.5%, mientras que Arequipa ocupó la tercera posición con una participación del 9.9%.
Este panorama subraya la importancia de la minería no metálica como un pilar fundamental para el desarrollo de la infraestructura y la industria en el Perú, con una producción diversificada y una distribución geográfica clave a lo largo del territorio nacional.